La mujer fue detenida la noche del viernes bajo los efectos del alcohol y en una segunda ocasión en la tarde del sábado.
La Policía Local de Aspe ha detenido a una misma mujer, M.C.A.Q., en dos ocasiones en menos de 24 horas por conducir bajo los efectos del alcohol. Una primera detención se produjo en la noche del viernes, y volvió a ser sorprendida bajo los efectos del alcohol mientras conducía en la tarde del pasado sábado.
La primera de las detenciones se produjo la noche del viernes cuando una de las patrullas de servicio de Policía Local observó como un vehículo se subía a la mediana de la Avenida Juan Carlos I, realizando un giro prohibido. Al requerir los agentes a su conductora, la documentación, se percataron de que la misma presentaba síntomas de ir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, con lo que fue detenida y trasladada a las dependencias de la Policía Local para la elaboración del atestado correspondiente que fue remitido al Juzgado de Novelda.
Horas después, en tarde del sábado, la conductora, que fue detenida la noche anterior y puesta en libertad a las pocas horas, se presentó en las dependencias de la Policía Local para levantar la inmovilización de su vehículo, acompañada por su pareja, el cual se hacía cargo de la conducción. Sin embargo, a las dos horas, ese mismo hombre se personó en las dependencias de la Policía Local de Aspe, denunciando que su pareja le había agredido y que le ha quitado las llaves del vehículo, todo ello en estado de intoxicación alcohólica.
Los agentes de la Policía Local establecieron un dispositivo de búsqueda de la conductora y evitar posibles accidentes. La labor policía surtió efecto al poco tiempo, localizándola en la Avenida Juan Carlos I, cerca de donde se la detuvo la noche anterior.
Sin embargo, para detener el vehículo fue necesario que los agentes de la Policía Local de Aspe interceptaran a la conductora cruzando el coche patrulla, para que no continuara la marcha. Los agentes, que pusieron su integridad física en peligro antes los intentos de la conductora de continuar su marcha, lograron finalmente detenerla, incluso uno de los agentes, consiguió quitarle las llaves del coche.
Los agentes procedieron a detener a la conductora a pesar de la resistencia ofrecida, y ante la negativa a someterse a la prueba de alcoholemia. De hecho, en ninguna de las dos detenciones la conductora quiso someterse a las pruebas de alcoholemia, realizando numerosas pruebas fallidas, con lo que finalmente se le imputaron dos delitos de negativa y dos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.