Aspe ha vuelto a vivir una de sus tradiciones más esperadas. Desde las 10:00 de la mañana, ayer la Plaza Mayor se convirtió en un escenario de música, color y alegría con la celebración de La Jira.
Uno a uno, los distintos grupos fueron desfilando y subiendo al escenario para interpretar sus canciones y bailes. La jornada comenzó con las Jiras infantiles, que con su entusiasmo y energía han contagiado de emoción a todos los asistentes. A continuación, fue el turno de las Jiras adultas, que han demostrado una vez más su pasión por esta fiesta con sus originales coreografías y pegadizas melodías.
El ambiente festivo estuvo presente en cada rincón, con los trajes coloridos, la música en vivo y la participación de vecinos y visitantes que han disfrutado de esta celebración tan arraigada en el municipio.
La jornada llegó a su punto culminante al mediodía con la degustación del tradicional arroz con conejo y las deliciosas torrijas, un broche perfecto para una mañana llena de tradición, convivencia y diversión.
La Jira ha vuelto a demostrar que es una fiesta que une a generaciones y que sigue latiendo con fuerza en el corazón de Aspe.