Iván Escobar lamenta el destrozo que se ha producido en amplios tramos de la talanquera de palos que habían sido reparados recientemente
La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Aspe, que dirige Iván Escobar, denuncia y lamenta que durante las fechas navideñas se haya detectado un aumento considerable de actos vandálicos en el sendero del cauce del río Tarafa.
El edil señala que se ha producido “la destrucción y rotura de en amplios tramos de talanquera de palos que separa al sendero con el cauce del río”, y recuerda que “recientemente había sido reparada, sobre todo en el tramo urbano y las cercanías del nacimiento de “La Rafica”.
Iván Escobar muestra su preocupación por que “desde el Ayuntamiento y la Concejalía de Medio Ambiente estamos realizando un gran esfuerzo económico para el mantenimiento y limpieza de esté pulmón verde del municipio, que es muy transitado y querido por la mayoría de la población. Para mejorar la el cauce y el sendero cicloturista contamos con un contrato licitado de una empresa externa, con una cuantía de más de 50.000 euros anuales, que se encarga de los trabajos periódicos de la eliminación de plantas invasoras como las cañas y la adecuación del sendero, tanto del firme como de las talanqueras, a lo largo de todo el curso del río”.
El concejal de Medio Ambiente lamenta que “después de todo este esfuerzo, que se paga los impuestos de todos los vecinos, haya un grupo de desalmados que se dedica la rotura de los palos y la destrucción de parte de la talanquera en diferentes puntos del río. Y lo peor de todo es que son tramos que recientemente han sido reparados. Los destrozos han sido cuantiosos y requieren una nueva inversión económica”.
Por último, Iván Escobar, señala que “vamos a intentar intensificar la vigilancia para intentar evitar estos actos vandálicos”, pero recuerda que “debemos ser todos los vecinos y vecinas los que debemos cuidar, proteger y mantener limpio este pulmón verde tan importante y querido. Si alguien ve alguien ve algún acto incívico no debe dudar en denunciarlo y hacérnoslo llegar a cualquier miembro del equipo de gobierno, porque lo que no puede ser es que una minoría de desalmados se dediquen a destrozar nuestro río, cuyo mantenimiento cuesta un importante dinero de las arcas municipales, que es dinero de todos”.