La concejalía de Urbanismo y Territorio plantea la inversión en control de depósitos y de fugas, así como la mejora de la red de saneamiento en Santa Faz, el barrio de la Coca y en Cuevas Nía.
El Ayuntamiento de Aspe llevará al pleno ordinario de febrero la prórroga por cinco años del contrato de gestión del servicio de agua potable con el compromiso de realizar durante ese periodo inversiones en la red de 750.000 euros. La edil de Urbanismo y Territorio, María José Villa, explicó que se amplía la concesión a la mercantil Aguas de Valencia con la intención de terminar una serie de mejoras «importantes y que estaban pendientes desde hace varias legislaturas, y la idea de licitar el servicio supondría un retraso en las mismas».
Villa anunció que dentro de las partidas de mejoras e inversiones que se incluirán en el acuerdo para el próximo quinquenio se encuentra la instalación de controles en los depósitos con la finalidad de evitar vaciados o desbordamientos de agua no deseados. «Si compramos agua de más o agua de menos, los vecinos tienen que hacer frente a ese gasto sobrevenido. Es por ello importante contar con herramientas técnicas que nos permita ajustarnos al consumo en tiempo real, equiparando nuestras adquisiciones a nuestras necesidades», indicó la edil socialista de Urbanismo y Territorio. En este mismo sentido, una de las propuestas de mejora para este periodo de cinco años consistirá en la generación de nuevos sistemas de segmentación de la red que permita un mejor control de las fugas de agua, «todo ello con el ánimo de ahorrar costes en esta materia», añadió.
Junto a estas importantes novedades que permitirá la prórroga del contrato, también se está trabajando en la mejora de la red de saneamiento en varios puntos negros de la red. Uno de ellos consistirá en unir la red en la calle Santa Faz con la conducción con la avenida Juan Carlos I. Esta obra nueva, puesto que ahora no hay canalización, evitará problemas en las viviendas de la calle, así como los problemas que generan el agua de lluvia cuando se colapsa la conducción actual.
En este sentido, también se canalizarán las aguas del barrio de La Coca a través de la red en el punto que forman las calles Jaume I con León Felipe, un punto en el que confluyen todas las aguas pluviales generando problemas en el resto de la red. En este caso, también habrá que conectarlo a la red más moderna y con mayor capacidad que se encuentra en la avenida Juan Carlos I.
Finalmente, la intención del equipo de Gobierno es acometer mejoras en la red de saneamiento en la zona de Cuevas-Nía, donde una misma red que recoge las aguas de saneamiento con las pluviales provoca serios problemas entre los vecinos, además de en la Avda. de Navarra para solucionar los problemas en el Barrio del Castillo.
«Consideramos que hay motivos suficientes para prorrogar el servicio de agua por estas razones y ante la necesidad de actuar lo antes posible, sin dilación de tiempo y por la necesidad de ejecutar este tipo de inversiones», justificó María José Villa.