El plan puesto en marcha en enero permite rebajar los niveles de contaminación y disponer de mejor calidad para la depuración y su posterior reutilización para el riego.
El Ayuntamiento de Aspe ha superado de forma satisfactoria el control de efectividad de los vertidos de las industrias de la localidad en la red de sanemiento de agua, lo que va a permitir finalizar con las sanciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que penalizaba con un pago de un canon que multiplicaba por cinco el importe habitual. Si el agua supera los valores límites de determinadas sustancias recogidas en la autorización de la CHJ el coeficiente pasa del 0,5 al 2,5, lo que significa pagar hasta un 400% más, algo que a partir de ahora, Aspe va a evitar.
El pasado mes de enero, el Consistorio aspense, en colaboración con Hidraqua, empresa que se hace cargo de los vertidos industriales, puso en marcha un plan para reducir sobre todo el exceso de nitrógeno, derivados, principalmente, de las empresas agroalimentarias, que dificultaba la labor de depuración y reutilización del agua, al mismo tiempo que un impacto negativo en el medio ambiente.
El pasado mes de febrero, el alcalde, Antonio Puerto, el gerente de Hidraqua y Labaqua, Juan José Alonso, y el laboratorio homologado del Grupo Suez, junto a varios técnicos del Ayuntamiento, se reunieron con los representantes de los sectores empresariales e industriales de Aspe para intentar revertir la situación y rebajar el nivel de los vertidos contaminantes. Se llevaron a cabo distintos análisis para evaluar el nivel de contaminación en el agua de las empresas que desarrollan su actividad en el término municipal, así como de la contaminación de las aguas residuales en diferentes puntos de la red para localizar los focos contaminantes.
A partir de ahí, Hidraqua se encargó de asesorar a las empresas para detectar y reducir los posibles vertidos, mientras que Labaqua ha venido realizando análisis periódicos que han permitido hacer un seguimiento de la evolución de los índices de contaminación.
De forma paralela, se estableció un protocolo mediante el cual las empresas debían contar con un permiso del Ayuntamiento para poder verter residuos a la red de alcantarillado. Para obtener el permiso, las empresas debían contar y acreditar que disponían de conexión al alcantarillado y arqueta de control, abastecimiento de agua, sistemas de tratamiento de aguas residuales, sistema para prevenir vertidos accidentales y un informe sobre la calidad del agua vertida con los partes de retirada del gestor autorizado, si así lo requería su proceso industrial.
Ahora, después de cinco meses, las últimas analíticas llevadas a cabo en la red de alcantarillado de Aspe han desvelado que los valores de contaminación ya se encuentran dentro los parámetros permitidos y recogidos en la normativa de la Confederación, lo que va a suponer poner fin a las sanciones que el Ayuntamiento de Aspe ha venido pagando durante los últimos años.
«Es una doble noticia positiva. Por un lado, rebajamos de forma considerable el canon y, a su vez, mejoramos la calidad del agua para su posterior depuración y reutilización, mejorando de esta forma el medio ambiente», destaca el alcalde, Antonio Puerto.
El Ayuntamiento de Aspe, según informa Puerto, continuará con el programa de control de vertidos a la red de alcantarillado «con el objetivo de mantener, incluso intentar reducir los niveles actuales, y de esta forma, evitar cualquier impacto negativo en el medioambiente y la consiguiente penalización de la Confederación. Además, si como mínimo mantenemos los niveles actuales, facilitaremos la calidad del agua que llega a la depuradora y permitiremos su depuración y reutilización por parte de los regantes de nuestro municipio».
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