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Se amplia la vigilancia y control de los imbornales de la población y sus urbanizaciones.
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Se intensifica la divulgación de las medidas de precaución.
La empresa mercantil TPM Sanidad ambiental, concesionaria del servicio, inició el pasado marzo la campaña de control del mosquito 2018 que debía concluir el próximo octubre. Las actuaciones prácticamente han sido las mismas que se efectuaron la pasada campaña, con algunos ajustes y modificaciones en cuanto a muestreos e inspecciones, con el fin de optimizar recursos y hacer efectivo el Plan de control.En este supuesto, hasta mitad de agosto no se detectó captura alguna de la especie del mosquito tigre, y es a partir de esta fecha tras la situación denunciada por los vecinos se intensifica y modifica la periodicidad de las aplicaciones larvicidas. Concretamente en la urbanización Santa Elena, Parque Lepanto y Parque Juan Pedro Asencio las capturas de adultos y su observación con lupa electrónica hace sospechar a los operarios de matices que distinguen al mosquito tigre. Se fotografían y se envían a la Universidad de Valencia solicitando el diagnóstico.
De manera preventiva, las actuaciones realizadas por la concesionaria apuntadas anteriormente, antes de la confirmación científica, conviene apoyarlas con encuentros y charlas divulgativas de concienciación con Policía y Guardia Civil, que aporten datos sobre focos o zonas de riesgo; con Servicios municipales, que durante sus trabajos de limpieza, parques y jardines aporten detalles, como creación de encharcamientos; con los centros docentes de línea de transmisión de información y concienciación muy directa con sus casas y la de familiares y amigos; campañas de información para divulgar aspectos a tener en cuenta en los hogares para minimizar la proliferación de la especie y, por último colectivos, como asociaciones empresariales que velen por el correcto estado de sus naves y recintos industriales.
En el informe remitido a la Dirección General de Salud Pública se describen las distintas actuaciones realizadas, tales como inspecciones quincenales de imbornales, cauces de río, humedales naturales, aguas estancadas o puntos con aguas remansadas, entre otras. Igualmente es pertinente realizar muestreos de larvas para su estudio, además de mantenerlas hasta el nacimiento del adulto para verificar la especie.
Tras las quejas vecinales de picaduras de mosquitos de forma reiterada y durante las mañanas, una situación que no se había producido anteriormente en Aspe, queda confirmada la presencia del mosquito tigre, Aedes albopictus.