Aspe es una ciudad de casi 22 mil habitantes, vinculada al campo desde sus orígenes y considerada por muchos, capital del Valle de las Uvas. Destaca por su inquietud cultural y la amabilidad de su gente. Para celebrar el Día Internacional de la Mujer en 2024, nos gustaría destacar a algunas de las grandes mujeres que han conseguido hacer crecer la ciudad de Aspe:
María Teresa Espinosa Roselló, conocida como Doña Teresita, fue una de las primeras maestras de Aspe. Lleva viviendo en Aspe más de 70 años. Empezó con personas de todas las edades, enseñándolas a leer y escribir en su primer domicilio en Aspe, en la calle la Rosa; posteriormente, como sustituta varios meses en las escuelas de la «calle la Verea»; más tarde, varios años en el Colegio Virgen de las Nieves; y a partir de 1965, montó su propio colegio en la casa donde vivía, en Juan XXIII. Allí, y durante más de 20 años, fue la maestra «multidisciplinar» de 120 niñas y niños anualmente, que muchas veces pagaban las clases con frutas, huevos y algún que otro pollo o conejo. También preparaba a las personas para sacarse el carnet de conducir. Hacia finales de los años 80 consiguió su plaza como docente en la Educación Pública, ejerciendo en los colegios Perpetuo Socorro y La Serranica, jubilándose en este último en 1995. Doña Teresita es muy conocida y querida en Aspe. Nacida en Alicante el 24 de septiembre de 1929, tiene actualmente 94 años, y vive disfrutando de sus 3 hijos, sus 7 nietos y 2 bisnietos, habiendo sentado tendencia en su propia familia, pues varios de ellos están dedicados a la docencia.
Nieves Botella García “la Feñeñica” es uno de los personajes más popular, querido y apreciado de Aspe. Nacida el 4 de agosto de 1927, fue una gran letrista, además de formidable actriz y triple cómica. Desde que tuvo uso de razón, el teatro fue el eje de su hogar. Su padre, Antonio, “Maestro Feñeña”, era tenor cómico y músico y su madre, Ana, “Anica la Hornera”, también fue triple cómica. Con ellos participó en numerosas representaciones. Se dedicó al teatro por amor al arte, crió cinco hijos, fue Secretaria durante muchos años de la Asociación de Amas de Casa de Aspe y regentó junto a su marido una tienda de moda, Macu, que hoy por hoy sigue abierta en la calle Castelar. Durante toda su vida ha representado obras muy populares en Aspe. Sus actuaciones más aclamadas han sido el espectáculo cómico “La Tonta Tomasa” y “La invención de la Serranica”. Fue una mujer polifacética que actuaba, cantaba, dirigía y escribía. Nieves Botella García, La Feñeñica, era una ARTISTA.
Antonia y Carmen Candela Soria, “las palericas” fueron mujeres del campo. Hijas de Antonio el “paleras” y Antonia la “serila”, vivieron la crueldad de la guerra y la postguerra. Empezaron pasturando cabras a cambio de leche, que vendían; recogían excrementos de animales para abono, que vendían; recogían colillas para hacer tabaco, que vendían… todo para poder llevar algo de dinero a casa y siempre ayudando a sus padres en las labores del campo y del hogar. Su familia no les permitió estudiar porque eso era para familias pudientes y tuvieron que quedarse en el campo. Con su experiencia y conocimiento del sector, crearon la Peña Urios donde, de manera desinteresada organizaban cuadrillas de más de 50 estudiantes que en verano querían conseguir un dinero extra. Trabajaron de sol a sol toda su vida, esforzándose mucho en que sus hijos pudieran estudiar y no tuvieran que seguir su misma suerte. En lo personal, siempre han sido una referencia y un modelo a seguir. Han sido fuente de inspiración y de sabiduría, cuando juntaban a sus nietos alrededor de la mesa para contarles sus historietas y vivencias de manera siempre agradecida, con la convicción de que las nuevas generaciones no cometan los mismos errores del pasado.