Este 2020 está marcado por la pandemia de la Covid-19 y la crisis social y económica. Esta situación, vuelve a evidenciar las desigualdades de género que sostienen a un sistema que no protege, ni ofrece vidas dignas y seguras a las mujeres. La situación de confinamiento, las limitaciones a la movilidad y las consecuencias de las medidas tomadas para hacer frente al coronavirus, han intensificado violencias machistas.

Muchas mujeres se han encontrado encerradas con sus maltratadores en una especial situación de vulnerabilidad e incertidumbre. Durante las primeras seis semanas de cuarentena se han realizado más de 4.000 detenciones por violencia machista, además vemos un aumento de más del 50% del uso telefónico del 016 y de más de un 100% de su uso online. Según los datos del Ministerio de Igualdad, las llamadas al número 016 se han incrementado en el mes de abril un 60% con respecto a abril de 2019, y las consultas online se han incrementado ese mismo mes casi un 600% comparado con abril del año anterior.

En Aspe, se siguió ofertando el servicio de atención a las mujeres y de asesoramiento jurídico de manera ininterrumpida y, en su modalidad telemática, durante el periodo más restrictivo del confinamiento decretado por el Estado de Alarma. En estos momentos se constató un incremento en la solicitud de atenciones en el Centro Mujer Rural 12 Horas de Elda y, en consecuencia, se desarrollaron más acciones de coordinación ante lo extraordinario de la situación y las nuevas necesidades surgidas.

Las mujeres seguimos siendo más vulnerables y sufriendo los actos más devastadores de la discriminación que se ejerce sobre nosotras. Y no es aceptable vivir en una sociedad que discrimina a la mitad de su población. Por ello, es urgente la puesta en marcha y profundización de las actuaciones del Pacto de Estado contra la Violencia de Género para desplegar ya medidas y políticas igualitarias en esta situación de crisis multidimensional.

Por todo ello, el pleno de la corporación municipal de Aspe refrendó diez acuerdos fundamentales para la consecución de la eliminación de esta grave forma de discriminación hacia las mujeres. Y, pedimos que se apliquen las medidas que integran el Pacto de Estado contra la Violencia de Género aprobado por el Congreso de los Diputados.

Su puesta en marcha es crucial para abordar todas las violencias machistas a las que estamos expuestas las mujeres, así como para luchar y erradicar, de una vez por todas, la trata y explotación con fines sexuales de las mujeres que, en la actualidad, constituye una forma de esclavitud moderna. También necesitamos que se impulsen planes de reconstrucción que incluyan factores de corrección necesarios para evitar aumentar los desequilibrios de género existentes.

Y, por último, y dado que no podemos olvidarnos de ninguna víctima, debemos atender a los niños y a las niñas que también sufren esta forma de violencia. Por ello, también pedimos que se refuercen las actuaciones con menores en contexto de violencia de género.

Sin duda, todas las instituciones y las administraciones debemos seguir profundizando y mejorando el trabajo que realizamos para eliminar cualquier forma de violencia sobre las mujeres. Pero, asimismo, todas y todos, la sociedad en su conjunto, también ha de sumarse a este esfuerzo.

¡POR UNA SOCIEDAD LIBRE DE VIOLENCIA SOBRE LAS MUJERES!