Hoy hacemos una pausa en honor a todas las mujeres que han sido víctimas de violencia de género. En memoria de Lorena, y de todas aquellas que ya no están, dedicamos este minuto de silencio como un acto de respeto, reflexión y llamado urgente a la acción.
La violencia de género sigue siendo una realidad que no podemos ignorar. Cada silencio es un grito por justicia, por un cambio, por el fin de esta tragedia que nos afecta a todas y todos.
Que este minuto nos recuerde que no debemos callar frente a la violencia. Cada voz cuenta, cada acto de apoyo importa.