Si durante la Semana Santa tienes previsto tomar unos días de descanso o darte una escapada, desde la Organización de Mediadores e Informadores de Consumo, te ofrecemos una serie de consejos que debes tener en cuenta para que tus vacaciones no sean un calvario.

Recuerda que siempre estamos a tu lado para informarte y asesorarte sobre los temas de consumo. Tiene a tu disposición más de 1.000 oficinas distribuidas por todo el territorio nacional y si lo prefieres, antes de planificar tu viaje, acércate y te informamos.  

1) Compara y consigue las mejores ofertas al mejor precio.

No planifiques tus viajes a ciegas, ahora tienes la oportunidad de
utilizar diversas herramientas a través de internet o aplicaciones
informáticas que te servirán para comparar y obtener los mejores
precios. Podrás realizar cómodamente desde tu casa, la reserva de
billetes de avión, barco o tren y si lo prefieres, puedes alquilar un
vehículo. También puedes realizar tus reservas en Alojamientos
turísticos nacionales e internacionales, (hoteles, casas rulares,
apartamentos, camping, etc). Ahora tienes miles de posibilidades, pero
recuerda que debes ser cauto y tener mucha precaución a la hora de
visitar algunas de estas páginas Web o de utilizar algunas de sus
aplicaciones.

2) El precio de los productos siempre debe incluir impuestos y tasas

Recuerda que todos los productos y servicios que se oferten en un
establecimiento deben mostrar su precio, con los impuestos incluidos.
Tanto la etiqueta de una prenda de ropa como los platos que figuren en
la carta de un restaurante o las tarifas de móvil que se anuncien en la
web de una operadora deben mostrar el importe final (IVA incluido) y si
tienes alguna duda, no contrates ningún servicio sin previamente no
recibes la información necesaria.

3) Los comercios deben informar de las formas de pago disponibles

Los establecimientos tienen libertad para elegir los medios de pago que
aceptarán, pero la normativa les obliga a que informen claramente. Los
establecimientos están obligados a informar mediante carteles
informativos y perfectamente visibles las formas de pago, tanto en el
interior del establecimiento como en el exterior, Debemos saber si
aceptan el pago en efectivo o con tarjeta.

4) Guarda tus justificantes de pago

Recuerda que el ticket es la mejor garantía que tienes como consumidor,
en el caso que desee realizar un cambio o para presentar una
reclamación. En él debe constar el nombre del establecimiento, la
fecha y el importe del producto o servicio adquirido. Es importante
exigirlo al abonar una compra y comprobar que incluye información sobre
la política de cambios y/o devoluciones del establecimiento. No te
marches del establecimiento si no te han dado el ticket o la factura.

5) Todos los productos tienen garantía

Cualquier producto que se adquiera dentro de la Unión Europea tiene una
garantía gratuita de dos años. Si descubres un defecto en los seis
primeros meses desde que se produjo la compra, no tendrás más que
comunicárselo al vendedor, pero si se excede ese plazo, debes probar
que el problema existía cuando lo compraste. La garantía extra que
pueda ofrecer un vendedor o fabricante nunca podrá sustituir o acortar
los dos años de garantía gratuita que establece la ley.

Los productos de segunda mano también tienen su propio período de
garantía: si la compra es a un profesional, se puede pactar un plazo
inferior a los dos años, pero nunca menor a 12 meses. Si el vendedor
fuera un particular, el período se reduce a seis meses. Solicita las
condiciones de la garantía por escrito y conserva toda la
documentación.

6) El derecho a cambios y devoluciones puede variar según el
establecimiento

Al comprar en una tienda física, recuerda que el establecimiento no
está obligado a cambiar el producto o devolver el dinero, a no ser que
el producto no esté en perfecto estado, aunque la mayoría de las
tiendas suelen aplicar esta política.

En el caso de que compres un producto o servicio por Internet o
teléfono, la ley establece que el consumidor tienen un “derecho de
desistimiento” de 14 días, incluso si financia la compra. Están
exentos los productos cuyo valor dependa del mercado financiero (las
acciones de una compañía) o que hayan sido confeccionados a petición
del consumidor (como una camiseta personalizada).

7) Siempre tienes derecho a reclamar

Y sobre todo ten presente que cuando el producto que has comprado o el
servicio que has recibido no te satisfaga, tienes derecho a presentar
una reclamación. Todas las empresas y comercios deben disponer de un
soporte duradero en el que realizar estas quejas, algo que habitualmente
se materializa a través de las hojas de reclamaciones, las cuales deben
estar a disposición del consumidor cuando las solicite.

Si no te la facilitan, acude a la Oficina Municipal de Información al
Consumidor (OMIC) de la ciudad o de la localidad en la que te encuentres
disfrutando de tus vacaciones, o en caso contrario, puedes solicitar la
presencia de la Policía Municipal o puedes acudir a una Comisaría de
la Policía o Cuartel de la Guardia Civil para interponer tu denuncia.

El libro de reclamaciones está compuesto por tres hojas, una original
para la Administración y de dos copias, una para el establecimiento y
otra para ti. No olvides que tú siempre te tienes que quedar con la
hoja de la Administración y la tuya.

La segunda copia deberás presentarla (junto con la documentación
disponible) ante el organismo municipal o autonómico competente para su
tramitación y/o acudir al Sistema Arbitral de Consumo o la vía
judicial si lo que desea es una compensación por los daños y
perjuicios ocasionados. En algunos sectores, las reclamaciones tienen
una tramitación particular. Por ejemplo, para productos bancarios hay
que dirigirse a Atención al Cliente de la entidad. Si no da una
respuesta (o la que de, no nos satisface), se debe acudir al Servicio de
Reclamaciones del Banco de España, que tiene seis meses para responder.
Su veredicto no es vinculante, por lo que, al final, siempre se puede
recurrir a la vía judicial. Para servicios de telecomunicaciones, se
debe reclamar ante Atención al Cliente de la compañía y si pasado un
mes no tiene respuesta, debes interponer la queja en la Oficina de
Atención al Usuario de Telecomunicaciones.

8) Compra en comercios adheridos al sistema de arbitraje

El Sistema Arbitral de Consumo es una vía extrajudicial con la que
podrás resolver las quejas o reclamaciones que presentes en un
establecimiento. La principal ventaja es que no tiene coste para el
consumidor ni para el empresario y sus decisiones son vinculantes. Por
tanto, es recomendable que compres e los establecimientos que estén
adheridos a este sistema. Para identificarlos, debes buscar el
distintivo que lo acredite, que debe estar en un lugar visible, tanto en
tiendas online como físicas.

9) Tus derechos en Internet son los mismos que en tiendas físicas

Tanto si acudes a un establecimiento físico como a una tienda online,
debes saber que tus derechos se mantienen. Es más, en casos como las
devoluciones, la protección de los usuarios se amplía cuando compran
en Internet. Comprueba que lo que recibes llega en buen estado. En caso
contrario, devuélvelo indicando el motivo o deja constancia en el acuse
de recibo del mensajero de los daños.

10) En rebajas, tus derechos se mantienen

Una reducción en el precio no es sinónimo de una disminución de las
garantías. Los establecimientos deben ofrecer los mismos sistemas de
pago y la misma política de cambios y devoluciones que durante el resto
del año. Nunca debes aceptar productos de peor calidad. La ley permite
que se pongan a la venta productos de la temporada actual o de
anteriores, pero no que se comercialicen productos defectuosos. En ese caso ya no se estarían ofreciendo “rebajas”, sino “saldos”.